Disfruté de este lugar durante dos noches. La tranquilidad me permitió desconectar completamente. Las habitaciones tienen un estilo clásico y son acogedoras. Me encantó el desayuno variado que prepararon, se sintió como un buffet. La atención que recibí fue excelente, especialmente de la propietaria, siempre dispuesta a ayudar. Además, disfruté de un rincón de juegos que me hizo sentir como en casa.

La cama era un poco pequeña y el aparcamiento puede ser un poco complicado, ya que no hay un espacio propio.

La atención amable y el ambiente familiar destacan.

La habitación es un poco pequeña, pero me encantó la comida deliciosa.

una experiencia de desconexión total con el mejor trato y la deliciosa comida casera

Fonda Carrera realmente me sorprendió por su tranquilidad y el ambiente acogedor. La comida casera era increíble y cada bocado me hacía sentir en casa. Disfruté del wi-fi rápido en un entorno tan sereno, lo que hizo que mi estancia fuera perfecta para trabajar y relajarme. La propietaria, Núria, fue un verdadero tesoro, siempre sonriente y dispuesta a ayudar. Simplicidad y autenticidad caracterizan este lugar. Sin duda, aquí quiero volver.

Disfruté de la increíble comida casera y de la limpieza impecable durante mi estancia. Me relajé en la terraza al sol y descubrí un acogedor salón de ocio, perfecto para charlar. Solo noté que la cama era un poco pequeña, pero eso no afectó mi experiencia positiva. 😊

El lugar es increíblemente tranquilo, ideal para desconectar. La habitación es amplia y acogedora, además de estar limpia. Un aspecto a destacar es la atención de la propietaria, siempre dispuesta a ayudar y con una amabilidad excepcional. La comida casera, hecha con productos locales de temporada, es simplemente deliciosa y contribuye a la experiencia hogareña que se busca al hospedarse aquí. Sin embargo, habría deseado más variedad en los servicios disponibles en las cercanías.

Recomendado para parejas que buscan desconectar

Nuestra estancia fue increíble. Núria, la propietaria, nos preparó un desayuno con mucha variedad y calidad que valía la pena probar. Nos sentamos en la terraza disfrutando de las vistas, fue un momento perfecto para relajarnos juntos.

No fue barato, pero aún así estaba bien.

La comida casera es increíble, cada plato está lleno de sabor. Las vistas desde la terraza son espectaculares, ideal para relajarse con una bebida. Además, la atención del personal hace que te sientas como en casa. 🏡✨

La cama podría ser un poco más amplia para mayor comodidad, pero aún así se puede descansar bien.

La habitación doble tiene un buen tamaño para una pareja, aunque no puedo quejarme demasiado, algo chiquita, pero suficiente para una noche. La ubicación es pintoresca, en la plaza del pueblo, lo que hace fácil salir a explorar los alrededores.

La cama es de 135 cm, lo que para algunos puede sentirse algo apretado, así que, si buscas más espacio, puede que esto no te cuadre. También, aunque la ficha menciona parking gratis, el establecimiento no tiene aparcamiento propio, lo que puede confundir a más de uno. terminas aparcando en la plaza, que puede ser un lío en momentos concurridos.

La comida en el restaurante era tan deliciosa que cada plato parecía una obra de arte. el guiso de carne era tan perfecto que podía hacer que un chef envidiara. disfruté de un rincón de juegos que me hizo sentir como un niño, con más opciones de entretenimiento que un fin de semana en casa.

Falta de aparcamiento